

La realidad histórica y objetiva menciona por su parte, que la debilidad en la salud del cura venía de larga data, desde mucho antes de su llegada a Brasil, y que el desenlace era algo factible, más allá de los chimentos y supersticiones surgidos a raíz del acontecimiento.
Es usual, dentro de la cultura popular, ese tipo de reacciones que atribuyen a la magia y/o a la espiritualidad, la causa de un acontecimiento cualquiera, pero en particular es común ensañarse en el caso de defunciones o desgracias.
Lo mismo sigue ocurriendo hoy día… Por ejemplo, no hay más que entrar en la página de Umbandaradio de Argentina, en Internet, para comprobar la de veces que se encuentran, tanto en las transmisiones como en las lecturas del chat, todo tipo de amenazas: que “nos medimos!”; que “con mi orixá (santo) nadie puede”; que “ya vas a ver, por decir algo con lo que no acuerdo, mi Pae (así, con “e” al final) tomará cuenta de vos!”; etc etc etc.
Por tanto, es consabido que la cultura popular tiene esas características, cuando la ruindad social, por el motivo negativo que sea, prevalece por sobre las consignas aceptables y normales de una buena marcha socio cultural. Es decir, cuando algo está fallando en un grupo humano cualquiera, si las convicciones intelectuales y culturales no son lo suficientemente sólidas, una de las primeras reacciones será la de descargo amenazador contra el opuesto de turno, todo apoyado burdamente en la superstición, la superchería, y la pobreza cultural.
Volviendo a Don Gaspar Barata de Mendonça, este benedictino fue nombrado primer arzobispo de Bahía por pedido del Rey de Portugal al Vaticano, y el Papa Julio aceptó la fórmula, dado que los Jesuitas –elementos hasta entonces mayoritarios en las Colonias americanas por parte de la curia- habían entablado varios conflictos políticos con los diversos intereses comerciales de las diferentes potencias (españoles, portugueses, etc). Así, un benedictino en el centro del café, el cacao y la caña de azúcar brasileña se vería más seguro para la buena marcha del tráfico comercial. Igualmente, más tarde, otro jesuita sería el que nuevamente tomaría cartas en el asunto, en lo que a Brasil colonia respecta (el cuarto arzobispo en cuestión, Sebastião Monteiro da Vide), obediente a las directrices (“Constituciones Primeras del Arzobispado de Bahía”; 1707) por medio de las que
Entre otras pautas, es el primer registro histórico donde se constata fehacientemente la posibilidad de catequizar al esclavo africano, tema siempre tan sujeto a ambigüedades y opiniones varias; que si catequizado en África, que si en el viaje, que si una vez llegado a América; que cómo, cuando y por qué.
Aunque la realidad contundente, nos muestra que a través de la gestión de personajes como los primer y cuarto Arzobispos de Bahía, es que el negro africano se compenetra de manera fluida y casi espontánea, más allá de su terrible situación de esclavo, con los parámetros de
Y de forma similar, también ocurriría en Río de Janeiro, São Paulo, y Río Grande do Sul.
Ergo, el sincretismo, en todos los ámbitos donde surge y se establece con el correr del tiempo, sea en el decano Candomblé, luego en igantesco impulso social, orientado hacia la creencia espiritual popular, que implica tanto a la iglesia católica como a lo renuentemente llegado de África a través del esclavo. Sin escatimar en valores correspondientes de lo amerindio, donde también es observado el dicho impulso social, con el “caboclo”, tanto en Candomblé como en Umbanda.
Así, en Bahia, cuando los holandeses tomaron por las armas la ciudad de Salvador, en 1624, entrando por el Puerto de asado, el templo fue expropiado y demolido para dar lugar a la apertura de
La nueva iglesia fue construida a partir de Junio de 1916, en la esquina de
Por tanto, es notable la devoción mayoritaria de la población negra, candomblecista y católica, hacia San Pedro, uno de los santos patronos de la ciudad de Salvador y del Estado de Bahía.
Y vuelven a aparecer las leyendas y los mitos, en torno al santo, con efusiva y hermosa mentalidad popular, pero en este caso, libre de rémoras peyorativas, a la inversa del triste ejemplo de Umbandaradio Argentina antes mencionado, para bien del pueblo creyente, y también del no creyente, que de todas formas se ve sujeto a la fuerza de la marea intelectual causada por la buena fe…
Santo protector las viudas. Santo del día de gnocchi. Santo defensor de la puerta de los hogares consagrados a Cristo.
Su fecha conmemorativa, el 29 de este mes en curso, Junio.
Simón de Betsaida, Galilea, poseía un temperamento autoritario e impulsivo, y aunque entusiasta, se desanimaba fácilmente. Franco y generoso, este pescador escuchó que un día Cristo le dijo: “a partir de hoy te llamarás Pedro” (piedra: sobre la cual se edificaría más tarde
En el año 64, en Roma, Pedro es reconocido como “Príncipe de los Apóstoles”, y conducido a ser crucificado, logró que los verdugos lo pusiesen cabeza abajo, pues consideraba no ser digno de ser tratado en su martirio como su Maestro.
En las catacumbas romanas, daba amparo a las viudas de los mártires ejecutados por el Emperador, de allí, su condición de protector de las viudas.-
En Italia, post Roma, se estableció el 29 de Junio, por parte del Vaticano, como día conmemorativo de San Pedro; dentro de las festividades del Primer Papa (San Pedro propiamente), entre la variedad infinita de pastas italianas, están los gnocchi, que guardan cierta similitud en su forma con la mitra, y por ello, pasan a ser una pasta clásica de los 29 de Junio, unidas para siempre en la cultura occidental, a San Pedro.-
La marca del pez en algunas entradas secretas a los refugios subterráneos de los cristianos que huían de la persecución romana, que se transformaban así en su hogar de emergencia, indica el porqué San Pedro aparece como defensor de las puertas de los hogares consagrados a Cristo.-
Y en Brasil propiamente dicho, su influencia anímica sobre las masas populares se detecta también en el entorno de la guerra de Canudos, bajo la égida de Antônio Conselheiro; en las refriegas de Zumbí dos Palmares, y antes, en la toma de Salvador, por parte de los holandeses, mencionada al principio de esta nota, al hacer referencia a su primera capilla en la ciudad y su primer protectorado desde el Fuerte de São Pedro.-
Al igual que Santo Antônio de Padua, llegó San Pedro a recibir salario de soldado en las refriegas armadas durante la independencia de Brasil; salario este que era pagado en gran parte por el propio Don Pedro II, Emperador de Portugal que optó por radicarse en Brasil (Salvador . Bahía) y desde allí crear su propio reinado independentista de Portugal y Europa. Otras partes del salario eran pagadas por algunos batallones revolucionarios, y principalmente, por el pueblo de fe, desde sus variadas cofradías.
San Pedro: un hito en la historia de Bahía, un punto de referencia en la cultura bahiana, sobre todo en su parte africana.
San Pedro, que llegó a tener su sincretismo con Xangô; y con el Legbá de los terreiros Ijexá. Luego, mucho más tarde, también lo fue con Bará, en el Batuque sureño, pero sin la relevancia social y cultural que recibió históricamente en el nordeste brasileño.
San Pedro, el que supo, según el Nuevo Testamento, negar a Cristo tres veces antes de cantar el gallo… pero en su negación, no derivó culpas ni agravios a quienes le rodeaban, aguantando sobre su lomo las acusaciones; no como ocurre deplorablemente en estos medios en la actualidad, donde y cuando se ve, que si algo no está bien y es criticado, de la forma que sea, la primera reacción sigue siendo la misma: acusar a los demás, criticar a los demás, en una intentona de mediocre para abajo de “zafar” culpas y responsabilidades, siempre en la tónica de pobreza intelectual y cultural, como lo hace, vuelvo al ejemplo: Umbandaradio de Argentina, y todos aquellos cerrados en un egocentrismo lastimoso, que los va conduciendo alternativamente a la extinción como grupo representativos no serios y sin cultura fundamentada (ni que hablar de valores tales como “axé”, “bacía”, “fundamento”, “mano”, etc).- San Pedro.- Un ejemplo no personal, pero si social, digno de ser atendido en la actualidad, en intención de llegar a poseer, de una buena vez, la cultura que merece el “pueblo de santo”, sobre todo, en su sector advenedizo, que no cuenta con reales herencias directas, ni en lo educacional, ni en lo doctrinario, ni en lo litúrgico.-
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