miércoles, 2 de junio de 2010

SAN PEDRO y Otras y Otros


El primer arzobispo de Salvador – Bahía, Don Gaspar Barata de Mendonça, cumplió funciones como tal, desde 1676 hasta 1682, año este último en el que la muerte lo encontró en plena calle al atardecer, cuando su corazón falló. Por mucho tiempo, corrieron una sarta de leyendas urbanas que mencionaban los hechizos de los negros sometidos, como responsables de dicha muerte, así como también otras que -a la inversa-, decían que la magia de algunos europeos era la causante, por medios semejantes, dada la mediana protección que el sacerdote otorgaba a los esclavos, para que trabajasen más y mejor para sus amos blancos.

La realidad histórica y objetiva menciona por su parte, que la debilidad en la salud del cura venía de larga data, desde mucho antes de su llegada a Brasil, y que el desenlace era algo factible, más allá de los chimentos y supersticiones surgidos a raíz del acontecimiento.

Es usual, dentro de la cultura popular, ese tipo de reacciones que atribuyen a la magia y/o a la espiritualidad, la causa de un acontecimiento cualquiera, pero en particular es común ensañarse en el caso de defunciones o desgracias.

Lo mismo sigue ocurriendo hoy día… Por ejemplo, no hay más que entrar en la página de Umbandaradio de Argentina, en Internet, para comprobar la de veces que se encuentran, tanto en las transmisiones como en las lecturas del chat, todo tipo de amenazas: que “nos medimos!”; que “con mi orixá (santo) nadie puede”; que “ya vas a ver, por decir algo con lo que no acuerdo, mi Pae (así, con “e” al final) tomará cuenta de vos!”; etc etc etc.

Por tanto, es consabido que la cultura popular tiene esas características, cuando la ruindad social, por el motivo negativo que sea, prevalece por sobre las consignas aceptables y normales de una buena marcha socio cultural. Es decir, cuando algo está fallando en un grupo humano cualquiera, si las convicciones intelectuales y culturales no son lo suficientemente sólidas, una de las primeras reacciones será la de descargo amenazador contra el opuesto de turno, todo apoyado burdamente en la superstición, la superchería, y la pobreza cultural.


Volviendo a Don Gaspar Barata de Mendonça, este benedictino fue nombrado primer arzobispo de Bahía por pedido del Rey de
Portugal al Vaticano, y el Papa Julio aceptó la fórmula, dado que los Jesuitas –elementos hasta entonces mayoritarios en las Colonias americanas por parte de la curia- habían entablado varios conflictos políticos con los diversos intereses comerciales de las diferentes potencias (españoles, portugueses, etc). Así, un benedictino en el centro del café, el cacao y la caña de azúcar brasileña se vería más seguro para la buena marcha del tráfico comercial. Igualmente, más tarde, otro jesuita sería el que nuevamente tomaría cartas en el asunto, en lo que a Brasil colonia respecta (el cuarto arzobispo en cuestión, Sebastião Monteiro da Vide), obediente a las directrices (“Constituciones Primeras del Arzobispado de Bahía”; 1707) por medio de las que la Iglesia se manejaría en relación a las leyes vaticanas en Brasil, que incluían el trato al esclavo, las normas de cristiandad aplicables y a cumplir por parte de la sociedad laica creyente.
Entre otras pautas, es el primer registro histórico donde se constata fehacientemente la posibilidad de catequizar al esclavo africano, tema siempre tan sujeto a ambigüedades y opiniones varias; que si catequizado en África, que si en el viaje, que si una vez llegado a América; que cómo, cuando y por qué.
Aunque la realidad contundente, nos muestra que a través de la gestión de
personajes como los primer y cuarto Arzobispos de Bahía, es que el negro africano se compenetra de manera fluida y casi espontánea, más allá de su terrible situación de esclavo, con los parámetros de la Iglesia Católica, adoptando, de una u otra forma, los estilos y variantes del sincretismo. Al grado que luego, mucho más tarde, sus descendientes recibirán de manos de los primeros asumidos, una enseñanza, formación social y educativa tan clara, tan brasileña, que fácil les resultará adoptarla con naturalidad, no sabiendo, ni queriendo, ni cuestionando, las opciones de diferencias entre el santo católico y el orixá heredado de sus abuelos. Menininha do Gantois, por ejemplo, se declaraba católica apostólica romana, entre otras grandes Iyalorixá (Mãe Teté, Mão Olga, etc) del candomblé del recóncavo bahiano en toda su enorme extensión territorial.
Y de forma similar, también ocurriría en Río de Janeiro, São Paulo, y Río Grande do Sul.
Ergo, el sincretismo, en todos los ámbitos donde surge y se establece con el correr del tie
mpo, sea en el decano Candomblé, luego en la Umbanda y al final en el Batuque del Sur, posee personalidad propia, que nada debe ni se debe, a las consignas africanas ni católicas. Sería, en todo caso, la resultancia de un gigantesco impulso social, orientado hacia la creencia espiritual popular, que implica tanto a la iglesia católica como a lo renuentemente llegado de África a través del esclavo. Sin escatimar en valores correspondientes de lo amerindio, donde también es observado el dicho impulso social, con el “caboclo”, tanto en Candomblé como en Umbanda.

Así, en Bahia, cuando los holandeses tomaron por las armas la ciudad de Salvador, en 1624, entrando por el Puerto de la Barra, construyendo trincheras en el local donde hoy se encuentra el Fuerte de San Pedro, ya existía, en las inmediaciones, una capilla, muy pequeña, dedicada a San Pedro. En el 1679 el primer Arzobispo, Don Gaspar Barata de Menconça, creó la Feligresía de São Pedro, que es la séptima más antigua de Salvador. En 1672, una carta regia dirigida al Gobernador Antônio Coutinho ordenaba la construcción de una nueva iglesia. La primera capilla fue entonces demolida, y la nueva edificada, en los inicios del siglo XVIII, cercana al Monasterio de São Bento, en el lugar del actual Calçadão de São Pedro. Al principio del siglo pasado, el templo fue expropiado y demolido para dar lugar a la apertura de la Avenida Sete de Setembro, dentro del plan del Gobernador J. J. Seabra, en su idea de urbanización de la ciudad. Los primeros y casi únicos en elevar quejas y oponerse a dicha obra, fueron precisamente los representantes de la raza negra, mayoritaria población de la zona, a la vez que los principales feligreses de esta parroquia…
La nueva iglesia fue construida a partir de Junio de 1916, en la esquina de la Plaza de la Piedad (Praça da Piedade) y Avenida 7 de Setembro, e inaugurada en 2 de Diciembre de 1917.
Por tanto, es notable la devoción mayoritaria de la población negra, candomblecista y católica, hacia San Pedro, uno de los santos patronos de la ciudad de Salvador y del Estado de Bahía.
Y vue
lven a aparecer las leyendas y los mitos, en torno al santo, con efusiva y hermosa mentalidad popular, pero en este caso, libre de rémoras peyorativas, a la inversa del triste ejemplo de Umbandaradio Argentina antes mencionado, para bien del pueblo creyente, y también del no creyente, que de todas formas se ve sujeto a la fuerza de la marea intelectual causada por la buena fe…

S
anto protector las viudas. Santo del día de gnocchi. Santo defensor de la puerta de los hogares consagrados a Cristo.
Su fecha conmemorativa, el 29 de este mes en curso, Junio.
Simón de Betsaida, Galilea
, poseía un temperamento autoritario e impulsivo, y aunque entusiasta, se desanimaba fácilmente. Franco y generoso, este pescador escuchó que un día Cristo le dijo: “a partir de hoy te llamarás Pedro” (piedra: sobre la cual se edificaría más tarde la Iglesia Católica).
En el año 64, en Roma, Pedro es reconocido como “Príncipe de los Apóstoles”, y conducido a ser crucificado, logró que los verdugos lo pusiesen cabeza abajo, pues consideraba no ser digno de ser tratado en su martirio como su Maestro.
En las catacumbas romanas, daba amparo a las viudas de los mártires
ejecutados por el Emperador, de allí, su condición de protector de las viudas.-
En Italia, post Roma, se estableció el 29 de Junio, por parte del Vaticano, como día conmemorativo de San Pedro; dentro de las festividades del Primer Papa (San Pedro propiamente), entre la variedad infinita de pastas italianas, están los gnocchi, que guardan cierta similitud en su forma con la mitra, y por ello, pasan a ser una pasta clásica de los 29 de Junio, unidas para siempre en la cultura occidental, a San Pedro.-
L
a marca del pez en algunas entradas secretas a los refugios subterráneos de los cristianos que huían de la persecución romana, que se transformaban así en su hogar de emergencia, indica el porqué San Pedro aparece como defensor de las puertas de los hogares consagrados a Cristo.-
Y en Brasil propiamente dicho, su influencia anímica sobre las masas populares se detecta también en el entorno de la guerra de Canudos, bajo la égida de Antônio Conselheiro; en las refriegas de Zumbí dos Palmares, y antes, en la toma de Salvador, por
parte de los holandeses, mencionada al principio de esta nota, al hacer referencia a su primera capilla en la ciudad y su primer protectorado desde el Fuerte de São Pedro.-
Al igual que Santo Antônio de Padua, llegó San Pedro a recibir salario de soldado en las refriegas armadas durante la independencia de Brasil; salario este que era pagado en gran parte por el propio Don Pedro II, Emperador de Portugal que optó por radicarse en Brasil (Salvador . Bahía) y desde allí crear su propio reinado independentist
a de Portugal y Europa. Otras partes del salario eran pagadas por algunos batallones revolucionarios, y principalmente, por el pueblo de fe, desde sus variadas cofradías.
San Pedro: un hito en la historia de Bahía, un punto de referencia en la cultura bahiana, sobre todo en su parte africana.
San Pedro, que llegó a tener su sincretismo con Xangô; y con el Legbá de los terreiros Ijexá. Luego, mucho más tarde, también lo fue con Bará, en el Batuque sureño, pero sin la relevancia social y cultural que recibió históricamente e
n el nordeste brasileño.
San Pedro, el que supo, según el Nuevo Testamento, negar a Cristo tres veces antes de cantar el gallo… pero en su negación, no derivó culpas ni agravios a quienes le rodeaban, aguantando sobre su lomo las acusaciones; no como ocurre deplorablemente en estos medios en la actualidad, donde y cuando se ve, que si algo no está bien y es criticado, de la forma que sea, la primera reacción sigue siendo la misma: acusar a los demás, criticar a los demás, en una intentona de mediocre para abajo de “zafar” culpas y responsabilidades, siempre en la tónica de
pobreza intelectual y cultural, como lo hace, vuelvo al ejemplo: Umbandaradio de Argentina, y todos aquellos cerrados en un egocentrismo lastimoso, que los va conduciendo alternativamente a la extinción como grupo representativos no serios y sin cultura fundamentada (ni que hablar de valores tales como “axé”, “bacía”, “fundamento”, “mano”, etc).- San Pedro.- Un ejemplo no personal, pero si social, digno de ser atendido en la actualidad, en intención de llegar a poseer, de una buena vez, la cultura que merece el “pueblo de santo”, sobre todo, en su sector advenedizo, que no cuenta con reales herencias directas, ni en lo educacional, ni en lo doctrinario, ni en lo litúrgico.-

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