jueves, 23 de julio de 2009

ENTRE TRIDENTES, CUERNOS Y PEZUÑAS


“Apocalipsis 16:13-14 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos á manera de ranas. Porque son espíritus de demonios, que hacen señales, para ir á los reyes de la tierra y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.”

Desde allá, desde allí, desde esas sagradas escrituras, desde ese Apocalipsis o Revelaciones de Juan, viene la idea del diablo, del demonio, del tridente.
El medioevo europeo, en su interpretación cristiana de los supuestos hechos, deduce, interpreta, que la forma que tendrá el demonio de atacar al reino de Dios, será a través de esos tres ángulos, puntos flacos, débiles, del ser humano cristiano. Sería por medio de la política, la guerra y la religión.
Siempre en esa misma línea de deducción, llegaron a interpretar que el dragón, la bestia y el falso profeta, representaban esos tres poderes que el diablo intentaría corromper a través del hombre.
Así, comienza ese medioevo europeo y cristiano, a representar al diablo portando un tridente, cuyas tres puntas simbolizarían los tres dichos ángulos de ataque infernal al mundo cristiano.
Claro, sin descontar que además, se veían influenciados mínimamente, por viejos dioses paganos, muchos de ellos, gente de tridente en mano, como por ejemplo, el Poseidón griego, y luego el Neptuno romano. Hay varios más, y cualquiera de ellos resultaba una amenaza a sus principios vaticanos.
Más tarde, con el Renacimiento, siempre en Europa, al arte se encargó (sobre todo el pictórico) de resaltar aún más la teoría.

Y a partir de ese Renacimiento es que comienza la conquista de América, la Colonización, y el tráfico de esclavos.

En el caso de Brasil, los esclavos africanos traídos por los portugueses enseñoreados del Brasil, y sus viles comerciantes holandeses, ingleses, españoles y franceses, se encargaron de influir sobre la mente del africano, por medio del temor al diablo.
El africano a su vez, por un lado se sugestiona, al ir adaptándose a su nueva y desgraciada forma de vida esclava, y con el correr del tiempo, revierte la idea, anexando a su Orixá Exu, una forma de función de Diablo malévolo y peligroso, con el cual acobardar y amedrentar a su amo irreductible.
De esa forma, queda establecida la mezcla social, cultural, y hasta religiosa, para ambas razas.
No era difícil encontrar entre los pertrechos de africano religioso, alguna imagen diabólica muy europeizada, para llamar la atención al amo, imprimirle algo de miedo y , a la postre, sus descendientes ir asimilando la idea como si fuese real y cierta.
Por ello, hasta hoy en día, muchos descendientes de africanos y muchos adeptos a las religiones afro americanas, en este caso puntual, afro brasileñas, siguen creyendo en esa idea de exu mezclado con diablo.

Más tarde, más cerca, hace apenas unos cien años aproximadamente, con el surgimiento de la Umbanda, religión categóricamente de idea brasileña, se fortaleció aún más el falso concepto inicial.
Ni que decir con la muy moderna aparición de la Quimbanda, tal y como se le conoce en estas latitudes de América del Sur.
La Quimbanda, de origen brasileño, es la vertiente que más se esmera en resaltar la idea diabólica –no hay más que ver sus representaciones gráficas, sus imágenes litúrgicas, para notar claramente dicha inclinación.
Hoy, aquellos descendientes culturales de esa gesta, están realizando intentos por rescatar la idea original teológica de África, pero en la intención corren el riesgo de perder tradiciones que fueron propicias a la cultura de sus antepasados en América, pudiendo llegar a quebrar irreparablemente, las sensaciones y sabores heredados de sus padres y maestros de otras generaciones, pudiendo, con ello, deshacer para siempre, una serie de costumbres culturales de gran valor. Y, arriesgando también a no poder llegar a implantar debidamente, por un principio geográfico y otro cronológico, la cultura africana en el seno de sus formas rituales establecidas.
Es como intentar cambiar un adn, es como atacar una genética, en este caso, cultural y social, hereditaria, como toda genética, y difícil de revertir, y más difícil aún, de imponer en una sociedad que piensa y siente de forma absolutamente diferente.
Pero, valga la intención, prescrita inclusive, en los más viejos conceptos. A veces, el hombre tiende a romper lazos caros, luchando por la idea de ser mejor.
Que Dios nos ampare, sea Él africano, americano, europeo, o universal.

Y... si de apocalíptico se trata, y de dragones, bestias y falsos profetas en formas de RANAS, entonces: "cuidado com ese sapo!; ese sapo é macumbeiro!"
(imagen del film Macunaíma)


Numo

miércoles, 22 de julio de 2009

Domingos Sodré: un sacerdote africano

Comentario de Reginaldo Prandi, en FOLHA, de São Paulo

(negros libertos, esperando por fuente de trabajo)


En 1862, en Salvador, el africano liberto Domingos Pereira Sodré, nacido en Lagos, alrededor de 1797, ex esclavo de un ingenio del Recóncavo, fue acusado de recibir objetos robados en pago por sus adivinaciones y hechizos. Preso, la policia encontró en su casa utensilios que clasificó como del candomblé.Habiendo encontrado documentos referentes a la prisión del liberto, João José Reis fue en busca de otras fuentes, estudiando diarios de la época, y archivos, consultando registros de bautismo y casamiento, documentos policiales, y sentencias judiciales. En las manos del historiador, fue tomando vida la biografía del africano.Muerto en 1888, a los 90 años, a las puertas de la abolición de la esclavitud en el Brasil, su vida cubre casi todo el siglo XIX. La reconstrucción de las biografías de Domingos Sodré y contemporáneos suyos muestra más que sus vidas: permite percibir el movimiento de la historia –del tráfico de esclavos, de la ascensión y caída de la esclavitud, de la reconfiguración de las sociedades por el esclavismo y colonización y, especialmente, de la formación de sociedades, culturas y economías atlánticas.Resistencia y rebeliones negras, mecanismos de inserción del negro del negro en la sociedad brasileña, el candomblé, todo eso que diseña en el lienzo de fondo, la vida del liberto, un dueño de esclavos, un día también esclavo él.El africano prestaba servicios mágicos a una clientela de negros y blancos, de cautivos, señores, y libertos.“Papai”, como lo llamaban, ganó fama por sus “hechizos” para “amansar al señor”, de que se valían clientes esclavos, que pagaban por el servicio. Fue adivino y hechicero, un “dador de fortuna”, como se decía.Como babalaô, sacerdote de Ifá, ciertamente mantenía lazos religiosos con pais y mães de santo, allí donde el candomblé se constituía como religión, con sus terreiros, liderazgos, seguidores y clientes.Era católico, como debían ser todos los que vivían en Brasil entonces, como continuó siendo la mayoría de los seguidores del candomblé hasta hoy.Candomblé y policíaA lo largo del Ochocientos y después, el candomblé, del cual Domingos Sodré fue un personaje influyente, era visto y perseguido por la policía como antro de hechicería, explotación de la ignorancia y perturbación del orden público y de las buenas costumbres.Los diarios se encargaban de la denuncia permanente y de alimentar el preconcepto. Políticas se emprendieron para hostigar creencias y prácticas que se consideraban nocivas a la civilización brasileña.La legislación prohibía, la policía reprimía, el tribunal condenaba,Pero los mismos policías a veces actuaban contradictoriamente, persiguiendo a unos y protegiendo a otros. Se creaban mecanismos de negociación.Al contar la historia de ese adivino yorubá, muchas veces el autor se ve obligado a hacer adivinación, porque como él mismo dice, “el historiador vive un poco de acivinar”, Reis se ve obligado a repetir términos como “talvez”, “quien sabe”, “puede haber sido”, “todo indica”.Pero, al hacer las conexiones hipotéticas que explican la biografía del sacerdote, revela el proceso de “ladinización” de diferentes gerenaciones de africanos, obligados a adaptarse, reinventar y crear de nuevo sus valores y prácticas culturales, en tanto que asimilaban, bajo la presión de la esclavitud, muchas costumbres locales.Muestra las experiencias colectivas por detrás del drama de una vida singular e ilumina contextos y procesos históricos de la sociedad bahiana bajo la esclavitud en el siglo XIX.Entre los objetos requisados en la casa del liberto, había un diablillo de hierro, ciertamente una representación de Exu. Reis, Profesor de la Universidad Federal de Bahía, autor de la obra capital “Rebelión Esclava en el Brasil”, termina así la historia del sacerdote africano:“Precisamente en la confluencia entre la esclavitud y la libertad es, quien sabe, donde mejor se revela la experiencia de vida de ese arisco devoto de Exu, señor de las encrucijadas, patrono de la contradicción” .-

Numo

martes, 21 de julio de 2009

Ajo y Agua

Sin dudas todos somos diferentes. Ejemplares únicos, irrepetibles…
Tenemos afinidades de muchos tipos: culturales, sociales, religiosas, filosóficas, deportivas. Pero cada uno de nosotros es particular, irreproducible.
Si nos aproximamos más a la visión filosófica del tema que generalmente nos ocupa, los Orixás que nos rigen determinan UNA y SOLO UNA energía: la nuestra, personal e intransferible.
Por nuestras afinidades buscaremos encontrarnos, tal que bichos naturalmente gregarios. En nuestro metier, la filosofía y culto a Orixá, nos agrupamos en Naciones, y dentro de ellas, en Ilés ti Orixá.
Babá Numo y yo somos, desde el punto de vista “religioso”, padre e hijo. En la realidad, en esa que se fundamenta en HECHOS, somos mucho más: compañeros de camino, parceiros, camarâs, amigos. Compañeros, aparceros, camaradas y amigos forjados en aluá, caña con pitanga y whiskey. Pero también en mil batallas. También en horas y horas de intentar COMPREHENDER a Orixá. En días y días de “obligaciones”. En jornadas de doctrina. En noches de xiré. Y por sobre todo, en ese aferrarnos tozuda y porfiadamente a la simple complejidad del culto a Orixá, sacándolo (como debe ser) del Ilé e incorporándolo a nuestra vida cotidiana. Tal como nos enseñaron que es. Tal como verificamos que es. Tal como Ijexá nos indica que debe ser…
Y con Babá Numo, tal que como con el resto de la raza humana, me vinculo ADEMÁS a través de VALORES: Honestidad, Respeto, Tolerancia.
Y sí, también tengo discrepancias con el Babá… no tengo su paciencia, carezco de su diplomacia. Aunque, viéndolo bien, esas diferencias mas que distanciar, acercan. Acercan porque hablan de la marca que Orixá ha puesto en ambos, de cómo Afonjá y Alafim son uno y TAMBIÉN son dos.
Mis valores me llevan a creer que si respeto y tolero, obtendré lo mismo. Que una opinión respetuosa, aunque divergente, debe ser escuchada y, en el mejor de los casos, rebatida desde el argumento de la razón.
Claro, cuando topo con situaciones antagónicas a lo precedente, me rebelo!!!
Como no rebelarme cuando, en la situación narrada por Babá Numo en su nota anterior, alguien con el solo argumento de “a mí antojadizamente se me canta”, expulsa a un Ojú Obag de Xangô y a mí de una sala, sin explicación de motivos ni derecho a réplica!!! Para colmo de paradojas, titúlase la sala “Reino de Oxum”, Orixá tutelar de mi matriz, Ijexá.
Cómo no rebelarme cuando una “Iyá xxx de Oyá” se dispone a adoctrinarme respecto al “fundamento de tihara de exu” (sic), y al comenzar a indagar sobre el tema, amenaza con expulsarme por “provocador”!!! La misma “iyá” que por falta de coraje, envía advenedizos y alcahuetes (que siempre pululan) a trillar salas de chat para conseguir “miembros” para su tugurio virtual.
Frente a estos dos ejemplos, me veo obligado a pensar lo expresado por Babá Numo: ¡¿quién te manda, Sajemi?!...
Babá, le cuento qué me manda:

ME MANDA MI HISTORIA, DE QUIEN SOY FRUTO!
ME MANDA MI ORIXÁ, A QUIEN ME DEBO!
ME MANDAN MIS HIJOS, POR QUIENES VIVO!


Porque, traicionando mi historia, mi Orixá y mis hijos, lo traiciono a Usted, Babá Numo. Y con Usted, traiciono a todos quienes fueron antes de Usted en Ijexá.
Porque se terminó el tiempo de “AJOderse y AGUAntarse”, y llegó la hora del respeto y el entendimiento.
En esos términos es que digo a los prepotentes, especuladores, chantas, delincuentes, mistificadores, tergiversadores, malandras, alcahuetes, que soy y estoy para confrontarlos dónde y cómo gusten.
Y, como siempre, también estaré para encontrar espacios de franca camaradería y respeto, sean mate o caña de por medio, sean a través de teclado y monitor.
Porque, como decía al principio, siendo diferentes buscamos agruparnos por afinidad. Y porque todos los grupos humanos expulsan a quienes atentan contra su integridad.
Cordialmente,

Babá Sajemi ti Xangô Alafim ti Ijexá
Sajemi.ti.xango@gmail.com

sábado, 18 de julio de 2009

El "Chato" de Armand Samedí




Ay ay ay!!! Amigo... quien lo manda a Ud. A incursionar donde no lo llaman?

Sabiendo bien sabido como Ud. sabe, que los sabihondos no saben como saber que Ud. sabe.

Y como si fuera poco, invita a este buen hombre, el Dr. Cereza, (Don Carlos!) a ir de paseo por esos lugares virtuales donde nadie se hace responsable de nadie ni de nada, ni siquiera de ellos mismos!

Con el entusiasmo de ver un candomblé virtual, creyendo que la misma virtud del fundamento iba a ser encontrada allí, reflejada en un monitor, Por favor! ¿Dónde se vio?!

Por más títulos rimbombantes y llamativos que muestren las marquesinas, por más menciones a los Reinos y a los Orixá que usen para salvaguardar su ignorancia de fondo, lo único que pudo encontrar fue un “candombe” mal batido, y un bochorno no merecido.

Como Ud, dice, mi amigo, mi hermano, mi hijo, mi camarada de tantas noches de cachaça y capoeira, de Orixá y Exu, en el ilé y en la rua, en la vida misma, en la experiencia de vivirla: “ajo y agua”…!”

Ahora que anda boyando en el aire el famoso H1N1, que debe haber venido a remplazar a Michael Jackson y al finado ese de marras que en definitiva, post mortem, provocó un percance más, entre los miles que causó en vida, haciendo que Uds. lo nombraran innecesariamente, yo les recomendaría a ambos, lavarse al menos las manos con un poco de alcohol al gel, pa evitar mayores contagios a razón de su escueta permanencia en esa sala de chat “religioso”; esa sala del “ji ji ji”, el “ja ja ja” y el “¿qué comiste hoy?”

El Ojú Obag de Xangô, Don Carlos Cereza, regresó a sus labores, allá en la planicie de Brasilia, con un dejo de amargura, no por la gente esa en cuestión, ni siquiera por Ud. o por mí, más bien amargura por la situación en que le tocó comprobar como se manosea el consenso religioso del Orixá raíz, por estos lares.

Personajes de pacotilla que no siquiera saben pronunciar correctamente el atildado yorubá.
Fantoches mediocres que suponen conocer alguna cosa, desconociendo a la postre, lo fundamental: los medios y las maneras de tratar a los semejantes y a sí mismos.

Claro!. De ahí, de esas cosas de siempre en manos de los ineptos, es que el avezado Perícles Maranhão engendró su personaje, “O Amigo da Onça”


“Dois caçadores conversam em seu acampamento:
— O que você faria se estivesse agora na selva e uma onça aparecesse na sua frente?
— Ora, dava um tiro nela.
— Mas se você não tivesse nenhuma arma de fogo?
— Bom, então eu matava ela com meu facão.
— E se você estivesse sem o facão?
— Apanhava um pedaço de pau.
— E se não tivesse nenhum pedaço de pau?
— Subiria na árvore mais próxima!
— E se não tivesse nenhuma árvore?
— Sairia correndo.
— E se você estivesse paralisado pelo medo?
Então, o outro, já irritado, retruca:
— Mas, afinal, você é meu amigo ou amigo da onça?”


En verdad, también es justo alentarlo, alentar a Don Carlos, y alentarme a mí mismo, para de una vez por todas, salir a la palestra, subirse a ella, pararse firme, y no dejar títere con cabeza.
Capaz que llegó la hora de desenmascarar drásticamente a todos los que corresponda, en todo.

Basta de fofoca! Ne?

Vamos lá!

Y así, tal cual el Amigo da Onça, dejarlos en evidencia frente al mundo y frente a los Orixá, que acá en el Aiyé no se molestan demasiado en observar “cristianamente” esas fallas y carencias, pero que sí se conmueven y actúan cuando de injusticia se trata, cuando de ofensa se trata, ofensa a ellos mismos, también.

Es muy fácil “decir” “Amo a mi Mãe!”; y es muy fácil también destratar a la gente, y proceder erróneamente, en consecuencia. Con altanería que desdice dicho amor, con arrogancia que desdice dicho amor, y con bestialidad intelectual, que no coincide para nada con los atributos de la Mãe, Orixá ella vastamente inteligente y hasta astuta!