INHASSÃ (Yansá; Iansá)
Dueña de los rayos y del fuego; Diosa de la espada de fuego; dueña de la pasión; y también de los ciclones, huracanes, tifones, vendavales; hasta los remolinos le pertenecen. Poderosa guerrera, que también comanda a los muertos -los egun-, de los que es su madre celadora, guiándolos en los cementerios para que se dirijan hacia la evolución, y ahí -también entonces-, señora de los cementerios.
Por su pasión, rige en la naturaleza al viento que, por los cambios de temperatura, puede transformarlos en brisas refrescantes o el viento caliente que luego se metamorfosea en huracán.
Por su viento, su música está en los árboles, en el silbido dentro y a través del cañaveral, en el batir de los vestidos al viento, y hasta el ondear de los cabellos.
También naturalmente, incendio, devastación por el fuego; lava volcánica que destruye, dando lugar a un reciclaje de la vida.
La electricidad espontánea del rayo, con su color azul inexplicable; más entendible, la llama de una vela, en la cual ella también tiene su participación.
Choque eléctrico… casi pasión, cuando no mata, y cuando mata también.Celosa y comprobadora de actitudes humanas.
Pasión: violenta o no; con atisbos de locura, o no; Lo voluptuoso, el orgasmo; el deseo escondido y el arrebatado de fuego, de calor. Razón y sentimiento enfrentados en su forma de pasión. Poseer… deseo de poseer; deseo sexual, deseo de guerra, deseo de conquista.
Líder de las mujeres; creadora del Gelèdé, junto a Nanã…Ese eruexin que dirige a los muertos y que retumba en el aire, en una emulación del viento sagrado! Cola de caballo, prendida a un cabo grueso de bambú.
Pasión de Oxaguia, de Ogum, de Exu, concubina y seductora de Oxxose; la única que pudo sacar a danzar a Obaluaié, descubriendo su rostro hermoso, al retirar las pajas que lo cubre, en el torbellino apasionado de su danza. Para quedar con Xangô, su hombre, su amante, su novio, su guerrero, su socio en el fuego y en la guerra, en el lecho de la pasión amorosa y desenfrenada.
Para Ogum, fue su gran pasión; de él aprendió el uso de la espada, luego, se fue, a los brazos de Oxaguia, que le dio el escudo… y ella partió.
Los misterios de la magia del fuego, los aprendió por los caminos, con Exu.. cuernos van, cuernos vienen, se separaron… cada cual con lo suyo y sin rencor.
En el bosque, en la selva, en el matorral, aprendió a cazar, a sudar el sudor húmedo de la floresta, en la caza y en la cama… arco en mano y piel de búfalo sobre el hombro, se fue de Oxosse…
Con la magia aprendida de Exu, sedujo al mozo Logunedé, que le enseñó a pescar, y ella a su vez le mostró como tratar a las cuatro estaciones, según los vientos y según el calor.
Danzó con Obaluaié, y él le enseñó a danzar con los muertos…
Y llegó al reino de Xangô. Amantes ardorosos ellos; violentos guerreros, de espalda con espalda y frente con frente; cómplices en la magia y en el ritmo. Una vez de haberle robado una pizca del fuego sagrado que se escupe por la boca, se enfrentaron en lucha. Lucha ágil; lucha fuerte; lucha orgullosa, que terminó con sus cuerpos rodando por el suelo en la más arrebatada de las pasiones sensuales jamás vistas. Para siempre. Corazón y sangre; músculo y contorsión; mente y pasión, con pasión irracional, al unísono.
La dama del atardecer, y en particular del ocaso de los miércoles.
Cobre en cuello, brazos y tobillos, y también en la espada ígnea.
Multicolor Inhassã, que prefiere de entre ellos, el bordeaux, el rojo y el blanco, a veces el marrón.
El hígado y la sangre están siempre bajo el influjo de ella.
Ese hígado que no se ve alterado, y esa sangre que sí se altera, los días 4 de Diciembre, frente al delicioso acarajé en su honor, por ella, y para ella.
Y esas mariposas!! Que hacen cosquillas en la panza, cuando la pasión se acerca… también le pertenecen.
Ella trabaja en caminos profundos, siempre presente, siempre en movimiento.
Actúa en caminos dramáticos, con truenos y rayos.
Ella ampara, ella no perdona. Y se torna indiferente al no perdonar.
E… Pa Hei! Inhassã!
Oyá, Señora de los vientos, rayos y tempestades, haz que mi vida esté siempre llena de gracia y luz…
Oyá, Señora de los nueve hijos, mujer de nueve destinos, confórtame y acaríciame, cuando preciso de un hombro amigo!!!
Oyá, Diosa guerrera, en mis tantas luchas ella me da energía, me estimula a luchar por una vida mejor…
Oh!, soberana reina de Oyó, oh!, espléndida doncella de Ketu, que al gran señor Xangô le dio de presente el Mundo, así como divinidad pura, magnánima, audaz, haz de mi, un ser humano mejor en lo que pueda desear; una persona más justa para que pueda soñar, y dame una luz para el camino de aquellos que necesitan de mi!!!
Oyá, bendice a mis amados amigos, y dales felicidad y alegrías múltiples como los rayos que atraviesan los cielos!!!
Numo
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1 comentario:
Epaieio!!
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